XXX Aniversario Escalada Cara Sur de La Maroma

Sí amigos, fue en Febrero del año 1982, cuando una cordada de montañeros formada por Clemente González Suárez y Jose Antonio Molina Muñoz liberaban por primera vez la vía de escalada por la cara Sur de La Maroma (2.068 m.s.n.m.).

Tras mucha investigación y búsqueda de información de la ruta de ascensión por internet sin éxito, conseguí contactar mediante Pepe López, con una de las personas que abrieron la vía de escalada por la cara Sur, Clemente González.

Desde el primer momento mostró su colaboración para aportarme toda la información posible acerca de la ruta.

Además de conseguir la información a través de la biblioteca de Económicas de Málaga, Clemente González desempolva su biblioteca montañera y da con las susodichas revistas, las cuales digitaliza y me las remite vía email.
Hasta ese momento, el artículo no había pisado «la nube» (internet) en toda su existencia. Paradojas de la vida.

Las fotos en los documentos aportados junto con el croquis fue lo que más nos ayudó. Así que sólo faltaba un poco de trabajo de campo, con cámara de fotos en mano y algunas rutas de senderismo ayudarían a su ubicación y estudio detenido para su posterior ascensión.

Desde el primer momento, mi objetivo era y ha sido repetir esa vía en memoria de aquella primera apertura 30 años antes. No ha sido otra. En esta ocasión nos ha servido para vislumbrar otras posibles rutas de ascensión y apertura por la misma cara.

La fecha que acordamos para su ascensión fue el 28 de Febrero, día de Andalucía. Un gran día para todos los andaluces, y si cumplíamos el objetivo de repetir aquella hazaña, mejor que mejor.

Allá que nos dispusimos Dani Valverde, Sergio Robles, Yiye Alcaraz y yo (Kike González) para repetir la ruta originaria por el río Almanchares hasta cruzar la vereda que conduce desde el Collado de la Gitana hasta Sedella.

Pero el tiempo dedicado a la exploración, la inexperiencia por ese lecho, la abundante vegetación, los derrumbes, etc… dieron al traste con la actividad ese día. Sólo 4 horas se nos fueron por el Almanchares. No se yo como estaría el Almanchares hace 30 años, pero una de dos; o estaba recien puesto el río (jijijijiji) o estos montañeros estaban más fuertes que el vinagre!!
En la vereda que viene de Sedella y que cruza el Almanchares nos quedamos clavados, y aplazamos la ruta para otro día.

Y ese día, por fin llegó. 4 días más tarde, el 3 de Marzo de 2012. Dani, Sergio y yo repetiríamos la hazaña pero en esta ocasión realizando la aproximación por el sendero de La Casa la Nieve que asciende desde Canillas de Aceituno.

La aproximación la hicimos en esta ocasión en 1:15 h. aproximadamente hasta el cruce con el sendero que va dirección Sedella. Y 15 minutos después estábamos en el cruce en el que días atrás nos habíamos quedado clavados. Cota: 1.270 m. aprox.
Comenzamos a ascender por el lecho seco del río en dirección Norte, y en la primera bifurcación nos desviamos hacia la derecha, que nos dejaría a los pies de la imponente cara Sur de la Maroma. En este punto, cota: 1.330 m. aprox., encontramos una placa de piedra dolomítica, totalmente lisa denominada ‘La Chapa’, y de muy buena adherencia que se puede realizar con zapatillas de trail o incluso botas. Pero no te caigas que ruedas 300 m abajo!!

Tras esta placa, cota: 1.460 m. aprox., comienzan los primeros pasos de II grado para ir ascendiendo y ganando altura hasta llegar a un característico y solitario árbol a la izquierda de la canal o tubo central de la cara Sur. Cota: 1.550 m. aprox.

Una vez ahí nos enfrentamos a la parte ‘complicada’ de la ascensión. Y entrecomillo complicado, puesto que la vía no tiene dificultad al no exceder III-IV grado y podría realizarse en estilo libre, pero la altura (tropiezas y no lo cuentas), la roca descompuesta y alguna que otra caída de piedras provocada por los animalitos de Dios, obligan a encordarnos para nuestra mayor seguridad.

La ruta que nosotros vislumbramos culminaba en una gran roca (cota: 1.800 m. aprox.) en la parte superior derecha de la canal y que coincide con el comienzo de la cresta derecha, que culmina en la falsa cima (no el geodésico sino la otra).

En este tramo, pudimos realizar los 3 únicos largos de cuerda. Todo lo demás puede realizarse sin cuerda, puesto que no entraña dificultad. Con cuidado y seguridad no corremos peligro. Siempre y cuando pongamos la máxima atención dónde pisemos o dónde nos agarremos. Puesto la roca está muy descompuesta.

Tras los 3 largos de cuerda, finalizamos en el inicio de la cresta. Nos desencordamos, guardamos todo el material en las mochilas, y nos preparamos para afrontar la última y empinada rampa (anfiteatro) hasta llegar a la cima, tomando la tímida y mediana vaguada/arroyo que procede de cumbre. Unos penosos 250 m de desnivel hay que superar en este último tramo.

Cruzaremos neverillos (al menos en Marzo los hay), vegetación y roca muy descompuesta que nos hace extremar la atención antes de………el último metro, y…….. por fin,

El característico punto geodésico de la Maroma es visible apenas a 100 m de distancia.

El cual veníamos persiguiendo desde hace ya 8 horas de actividad y unos 1.400 m en nuestras extremidades.
Un viento glacial corre a estas horas de la tarde (17.00 h.) en cumbre como es normal en esta imprevisible cima.

Foto de cumbre, un poco de abrigo y para abajo que nos quedan 2:30 horas de luz.

La comida aún debe esperar puesto que no nos podemos relajar hasta llegar a Canillas, aunque a medio camino decidimos sacar el último bocado de comida que nos quedaba y engullirlo mientras descendíamos contrarreloj.

Os recomiendo encarecidamente esta subida.
Unas vistas increíbles de esta sierra, las panorámicas impresionantes y como no, la compañía inmejorable. Unos cracks están hechos Dani y Sergio.
Gracias por compartir la actividad y un saludo a todos.

Gracias especiales a Clemente, por la actividad que en su día inauguró y espero que le haya gustado esta actividad en commemoración de aquella fecha.
Gracias también a Pepe López por hacer de ratón de biblioteca.
Y darle las gracias también a Yiye por venir el primer día de exploración después de 7 meses de inactividad, que aunque no pudo acompañarnos en esta segunda ocasión por motivos paternales, pero sí estuvo presente durante la actividad en nuestras cabecillas.

Un fuerte abrazo.

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